He llegado a una conclusión lamentable en estos días. Hay muchas parejas que se rigen, no por el cariño, el amor (como uno esperaría), sino por el conformismo. Uno está con alguién no porque necesariamente lo quiera, sino porque no hay más, no hay con quién mas estar. Pues yo no sé, pero en el campo de los sentiemientos hay que ser exigente y un poco egoista. Todos tenemos el legítimo derecho de estar con alguien al que uno quiera y sobre todo que lo quiera a uno. Eso debería ser el centro de todas las relaciones, no? Para eso uno se ennovia con alguien, sino es así, entonces NO, uno debe decir no, quererse un poquito y dejar de darse palo uno solito.
Para mi una relación debe estar basada en el cariño, pero también muy importante, en la confianza y en la honestidad, lo cual me radicaliza como un contundente miembro del movimiento anti-tinieblazo. Es hora de decir gracias, pero NO gracias. En serio, ¿qué será? ¿le tendremos medio a la soledad? ¿nos desesperamos por tener alguien al lado, no importa quién, ni cómo? Es como si una vez conocemos lo sabroso que se siente estar enamorado, nos volviéramos adictos, nos empecinaramos en querer mantenernos en la nube eterna del enamoramiento, no importa con quién ni a qué precio. Nos convertimos en amor-dependientes, nos volvemos débiles, necesitamos permanentemente tener inyectado el néctar delicioso que produce la traga, nos convertimos en viciosos, cual alcohólico, cual drogadicto.
Nadie se merece que nos conformemos con nadie, al igual que no merecemos que nadie se conforme con nosotros. Que las ganas de querer y de amar no sobrepasen al amor mismo. ¿Te da miedo estar solo? Todos tenemos miedo, no dejemos que nos paralice.
3 comments:
Para serte sincero, a mi me asusta demasiado la soledad. Pero yo estoy en el otro extremo... Sigo creyendo en el amor de ensueño, en seres utópicos... en quimeras. Y eso, alimenta mi camino...
Saludos,
También creo en sueños, en ideales, Raúl. Son las metas, las esperanzas, los objetivos lo que nos mueven, sino sería una vida muy aburrida. No hay como la satisfacción de luchar, del deber cumplido, del esfuerzo hecho por un sueño. El problema con los sueños es que hay que saber qué soñar o mejor, identificar qué no soñar para evitar perder el camino. Eso es lo que pasa con los malos amores Raúl (al igual que con todo), es un terrible error querer lo que no está bien... ¿bueno y qué está bien? ¿Bien según quie?? Verdades absulutas no existen, ¿cierto? Entonces hay que vivir nuestras verdades.
Hace rato estaba a la "caza" de sus blog, y los encontre!!!!
El amor...yo solo digo que mejor estar solo que mal acompañado.
Post a Comment