La nueva revolución

Este fin de semana me estuve viendo Diarios de Motocicleta, la pelicula protagonizada por el mejicano Gael García y que cuenta la historia del joven estudiante de medicina Ernesto "el Che" Guevara en un recorrido por toda la ruta de los andes de suramérica. Es muy bonito ver los paisajes, escuchar los diferentes acentos de los paises suramericanos, dejarse contagiar por la alegría de los bailes de las fiestas infaltables y asisitir a la miseria de los pueblos por el año 52. Después de toda esa experiencia, el ché concluye que es mucho lo que hay que hacer por nuestras patrias latinas y se deja pre-ver la idea de que se necesita un movimiento revolucionario que, a través de las armas, intente proponer un nuevo orden comunista con el cual se eliminen las barreras que nos hacen diferente, esparciendo la equidad entre todos.

La guerra la solución, las armas el medio que por mucho tiempo encontraron las civilizaciones humanas a través de toda la historia para buscar la prosperidad, o imponer sus ideales. Eso mismo pensaron los japoneses cuando se metieron a la Segunda Guerra Mundial como aliado de Alemania e Italia que estaban al mando de locos mesiánicos. Era la única forma que encontraron en ese momento para expandir sus fronteras. Pero los japoneses han sido muy inteligentes, aprendieron, después de sufrir el atropello mas grandes que los humanos hemos cometido contra nosotros mismos, que hay mas de una forma de resolver una ecuación y que la guerra definitivamente no es la mas adecuada. Este pequeño y diminuto país, con recursos naturales limitados, pasó en menos de 50 años de ser un país arruinado, y con el espíritu quebrado, a la segunda potencia tecnológica en los años 80 y el modelo a seguir por todos en la actualidad. Los japoneses han triunfado, han prosperado, han ampliado sus fronteras pero usando como solución la visión y como medio la inteligencia, la suspicacia y la tenacidad, el tipo de revolución que necesitamos en nuestra América.

El modelo comunista por las armas fracasó, pero eso no quiere decir que las ideas hayan fracasado, fue sólo el método que se usó, el medio que se utilizó. La expansión comercial de la China socialista y el fortalecimiento de las licencias GPL utilizadas en Linux trabajan bajo un componente que en el fondo es comunista. Es posible que la revolución con la que soñaba el Ché no esté muy lejos de volverse realidad, después de todo. Estamos presenciando una nueva revolución de la mano de la tecnología y del mismo capitalismo, pero esta vez será el conocimiento el medio para soñar y luchar.