Los que saben hacen. Los que además comprenden enseñan.
y que George Bernard Shaw, lanzando una sátira a Aristóteles, decía:
Los que pueden, hacen. Los que no pueden, enseñan.
Como uno de los pensadores más grandes que ha tenido la cultura occidental Aristóteles refleja en esa frase el verdadero espíritu pedagógico que debería estimular a nuestros licenciados y profesores de todos los tiempos: Enseñar para que otros también entiendan... muy sencillo. Para nuestra desgracia, la mayoría de nuestros licenciados y profesores universitarios encajan mejor en la frase de Shaw, tristemente se dedican a la docencia porque textualmente "no pudieron conseguir algo mejor", o porque no fueron capaces de hacerlo. ¿Qué tal? ¿algo mejor? ¿ese es el incentivo que impulsa a nuestros profesores? Si no se hace con amor y con pasión es mejor no hacer nada, es mi opinión. Sucede en nuestros colegios, en nuestras universidades, nuestros profesores son un montón de profesionales frustrados que se dedican a la docencia para poder comer y para ofrecerle a sus hijos "algo mejor". La educación está totalmente desvalorizada.
2 comments:
También hay un cruel juego de palabras en la respuesta de George Bernard Shaw, y es el hecho de que en muy pocas ocasiones, el que enseña ha practicado aquello acerca de lo que enseña. La cuestión cobra importancia cuando elevas el nivel de enseñánza: en primaria, enseñar Historia requiere haber leído mucha Historia (ante la imposibilidad evidente de haberla vivido como tal :-) Pero en una universidad o un master, por ejemplo, la crisis viene de tener a personas impartiendo clases que se suponen prácticas sin haber puesto las manos en "the real thing". La compaginación de experiencia práctica y teórica, bien a nivel de persona o - como mínimo - de curso o departamento, resulta fundamental...
En Colombia (mi pais) la relación entre profesores y la realidad (sea esta social, empresarial, económica, lo que fuere) está pegada de un hilo delgadísimo. Los profesores no tienen experiencia en lo que enseñan y no existe ningún tipo de realimentación entre las Universidades y las empresas y la sociedad. En el caso de mi U, ni siquiera somos capaces de impactar en nosotros mismos, la mayoría de los proyectos que los podrían desarrollar estudiantes de últimos semestres con la orientación de los profesores son entregados en manos a otros. Pienso que efectivamente la misión de la Universidad es explorar, investigar, soñar, pero tienen que ser sueños que se vuelvan realidad para la comunidad en la que vivimos, y convertirse en hechos en las empresas y organismos del sector en que trabajamos.
Post a Comment