Los europeos han pagado un precio muy alto por cerrar los ojos ante la guerra de Ucrania y sus rebeldes independentistas pro-rusos que quieren volver a Rusia aprovechando el desorden armado por la separaci'on de Crimea. Alemania, la principal economía europa, no había querido intervenir en el conflicto porque depende de los suministros de gas y petróleo que le provee Rusia. Puttin estaba ganando la battalla inclinando la balanza hacia sus intereses en las narices de Europa, pero ahora Europa no tiene otra opción que seguirle la cuerda a Obama e intervenir en el conflicto ante la catástrofe con nacionales de todo el Mundo, en cabeza de los países bajos que han puesto más del 60% de los muertos, seguidos de Malasia, Australia e Indonsia que aportan otro 25%.
En rueda de prensa que dio Obama el día hoy, y con la seguridad de que un gringo de nombre Quinn Lucas Schansman había resultado víctima del vuelo caído (razón que necesita para venderle la guerra a su país) y de que los rebeldes pro-rusos habían tumbado el avión con armamento suministrado del apoyo que reciben de Rusia, habló fuerte, invocó la colaboración de Europa y de las Naciones Unidas, e informó como primera medida el aumento de las sanciones económicas sobre Rusia. Obama le pide a Rusia que acabe con su intervención sobre Ucrania, que detenga la colaboración a los rebeldes, para que deje de estar echándole candela a esa guerra. El mundo todo pide Paz, que estos muertos no desemboquen en más guerras, y que por el contrario, sea un mensaje para parar la estupidez, la soberbia, y se vele por cuidar el interés de todos sobre el interés particular. El mismo mensaje va para Israel y Palestina, cuya conflicto va rumbo al mismo desenlace crudo y estúpido del pierde-pierde. Nadie gana
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