La delicadeza en el idioma ha sido motivo de titulares todo este año. Nuestro presidente uribe por algún tecnisismo que ahora no me acuerdo, ha decido eliminar la frase "conflicto armado". Esta semana en la radio escuché que no sólo es inapropiado sino ahora también ilegal utilizar los términos sirvienta, amo y todos esos adejtivos muy comunes en los oficios de trabajo en casa, con lo cual, dicho sea de paso, no estoy en desacuerdo.
Hay un par de palabras que me encantaría fueran eliminadas del léxico también: obvio y depresión. La palabra obvio para mi es sinónimo de arrogancia y supra-ego, me gusta más la gente que está dispuesta a escuchar, a entender y a reconocer que sencillamente no sabemos nada y que siempre estamos aprendiendo, que aquellas otras que corren a decir lo obvio que les parece todo en lo que parece ser un malsano reflejo verbal. El otro extremo es la depre. Cuando alguien dice que está deprimido, y la palabra hace parte de su léxico habitual siento que se hace un profundo daño. Para mi afirmar depresión es colocar un telón obscuro delante de los ojos que obscure lentamente la capacidad de ver nuestras metas y que poco a poco forma cataratas que nos dejan ciegos. Afirmar que estamos pasando por un depre es pretender que todo debe ser perfecto, es no entender que las dificultades son lo verdadero, lo real y que debemos aprender a encararlas con entusiasmo y hasta con astucia para evitar hacer huracanes en vasos de agua. Pueda que el estado deprimido sea considerada por sicólogos y psiquiatras como una enfermedad, pero en mi opinión y como casi todo en este mundo, el 99% depende de nosotros, y cada vez que decimos que estamos deprimidos no hacemos mas que enterrarnos vivos. Mente positiva, espíritu libre y metas vivas y eliminar la arrogancia y la baja autoestima evitando pronunciar esas dos palabritas.
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